domingo, 1 de enero de 2006

¿Pitillito?

Bueeeeeno... primer día de 2006, primer día de la ley tabaquera... fumador, anda, tira eso, tontorrón... y digo yo, si tan malo es que hay que hacer una ley, ¿por qué no lo prohíben directamente? ¿O al menos limitan su venta a los estancos? Ah, que se sacan una pasta en impuestos... vale, pues, ¿por qué no dedican esa pasta a tratamientos anti tabaco? Ah, que la Ley no lo contempla. Que se lo ha de pagar cada uno... vale... que dice la ministra que con lo que me ahorro en tabaco, me puedo pagar el tratamiento. Y supongo que cuando tenga cirrosis, lo que me ahorre en whisky Dyc lo podré dedicar a la medicación.

Y que dice mi estanquera que le han prohibido exhibir en su escaparate (en un estanco, je) cualquier cosa que muestre una marca de tabaco... vale... así como regalar mecheros, ceniceros o cualquier otra cosa "incitadora al consumo"... vale... pero que, sin embargo, puede vender (y mostrar, e ingerir si me apuráis) bebidas alcohólicas sin nigún tipo de problema. OK. Pero tranquilo todo el mundo, que el motociclismo y la Fórmula Uno tienen una moratoria de tres años, que debe ser lo que les cuesta arrancar los adhesivos de los carenados. Ajá.

Y resulta que varias empresas han incorporado a sus criterios de selección la condición de no-fumador como requisito para optar a un puesto de trabajo. Vale.

Eso sí, no todo está perdido: aunque en los centros de trabajo no está permitido crear zonas para fumadores, en los psiquiátricos y en las cárceles resulta que sí. Jejejeje.

Dado todo lo anterior, y para tranquilizar a la población lectora de este blog, que se sepa:

Y a tomar pol culo, coño. Cof, cof.

Ah, y feliz año nuevo.

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