El reciente inicio de un nuevo volumen de Wonder Woman nos brinda la oportunidad de contemplar una nueva obra de los Dodson, Terry y Rachel, Rachel y Terry.
Wonder Woman #1 es, desde el punto de vista gráfico, una obra sofisticada y ambiciosa; la rotundidad de la propuesta gráfica que nos hacen los Dodson contrasta con la sólo aparente artificiosidad de la historia.
Wonder Woman #1 es, desde el punto de vista gráfico, una obra sofisticada y ambiciosa; la rotundidad de la propuesta gráfica que nos hacen los Dodson contrasta con la sólo aparente artificiosidad de la historia.
La rotundidad de la propuestaPor supuesto, al primer vistazo ya podemos distinguir las características que han hecho de los Dodson los artistas que son ahora. Sin ir más lejos, la elegancia del trazo desborda por todas y cada una de las páginas que conforman este primer número.
La elegancia del trazoEsa elegancia natural, empero, no supone que los Dodson, llegado el caso, tiren de manual y escojan el camino fácil; muy al contrario, en numerosas ocasiones nos encontramos que han preferido adoptar encuadres arriesgados que, si bien en ocasiones pecan de excesivos, en general no rompen el ritmo de lectura.
Lo arriesgado del encuadreEsa facultad especial de los Dodson hace que este Wonder Woman #1 se lea fácil, de un tirón, señal de que su momento creativo les permite enfrentarse con soltura a un exigente -aunque por momentos denso- guión conservando, al tiempo, la fluidez narrativa imprescindible.
La fluidez narrativa imprescindibleEl lector avezado probablemente estará pensando que todo lo dicho está muy bien, pero ¿y la composición de página? ¿Qué pasa con la composición de página¿Componen los Dodson al nivel de de los grandes como Cho o Hughes? En ese sentido, es posible que ese mismo lector se lleve una agradable sorpresa con este Wonder Woman #1, ya que una mirada atenta nos descubrirá, por debajo de toda esa elegancia y sofisticación de la que antes hemos hablado, una solidez en la composición más que destacable.
La solidez en la composiciónEn resumen, una más que recomendable obra de los Dodson que confirma su trayectoria ascendente en el campo de la ilustración, a la que, puestos a hilar fino, solamente podríamos hacerle un mínimo reproche: lo desacertado de la caracterización de uno de los personajes secundarios, cuyo enfoque minimalista nos deja algo insatisfechos.
El desaciertoUna pequeña mancha que no empaña un gran trabajo, otro más, de una pareja en estado de gracia: los Dodson.
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