jueves, 14 de septiembre de 2006

Por fin alguien que piensa en los niños

En la actualidad, la pizpireta reportera favorita de América, Lois Lane, vive felizmente casada con el mayor héroe de todos los tiempos, Superman. Y es feliz, porque conoce el amor y es correspondida por su hombre. Su vida transcurre plácida y plena, con apenas algunos contratiempos como ser secuestrada por super villanos, tiroteada por francotiradores, chantajeada por presidentes de los Estados Unidos... en fin, lo normal.

Pero no siempre fue así.

En la Silver Age, la pobre Lois trataba por todos los medios de conseguir un compromiso de Superman; pero éste, por diversas razones (que oscilaban entre lo ridículo y lo lamentable), siempre se negó a dejarse pillar. Digo, a comprometerse.

Por lo cual, la pobre Lois tuvo que buscar maneras alternativas de liberar tooooodo el amor que llevaba dentro, y que pugnaba por salir.

Como por ejemplo... (jejeje)...

...agenciarse una máquina del tiempo (la Legión las vendía tiradas de precio), viajar al pasado de Krypton... localizar la casita de Jor-El y Lara (con su jardincito y todo, sixtie a tope)...


...y pillar al pobre Supes, digo Kal, desprevenido...


Esto diría yo que es delito en varios estados, ¿no?

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