sábado, 4 de noviembre de 2006

Entre huevos

En el pasado, ser raptado por un gigantesco bicho y depositado en su nido, entre sus huevos, era señal de destrucción inminente, como demuestra el caso A (tortuga gigante):

"Se nos echa encima... ¡a toda velocidad!"
"Andayaaaa... exagerao..."

El problema era, claro, que los pobres diablos, acosados por el bicho gigantesco de turno, descuidaban guardar su flanco del contenido de los huevos.

"Yo quiero huevo frito, yo quiero huevo frito... en adelante, tú patatas, como todos!

Por suerte, la habilidosa Wonder Girl descubrió un método infalible: cuando estés en el nido, y te ataque el bicho gigantesco de turno, en este caso un pterodáctilo...


...se le ataca con dos huevos, y listo.


¡Gracias Wonder Girl! ¡Tú si que eres maravillosa! (Y el sireno parece buen chico...)

[With a little help from Rafa Domene]

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