viernes, 29 de enero de 2016

We are experiencing technical difficulties

Disculpen las molestias; estamos sufriendo algunas dificultades técnicas.

Pewrmanezcan atentos a su monitor.

Esperamos resolver dichas dificultades en breves momentos.




Y, ya mas a medio plazo, esperamos poder volver a sentarnos.

jueves, 28 de enero de 2016

miércoles, 27 de enero de 2016

Perdonad que offtopiquee

Perdonad que offtopiquee, pero es que me pide el cuerpo que os cuente una cosa.

Sicilia, 1920.

Perdón.

Barcelona, digamos hará unos añitos. Hete aquí que un buen día me encontré en la necesidad de adquirir, para un uso completamente respetable (la planificación familiar, concretamente, y más concretamente aún, la de mi señora y mía, que viene a ser la misma) un juego de esos pequeños (bueno, no tan pequeños, ejem ejem) adminículos de látex de gran simplicidad estructural pero difícil manejo conocidos como profilácticos, preservativos o bien, para lo que viene siendo el vulgo, condones.

Así que, de las dos farmacias ("A" y "B" que se encontraban aproximadamente a una distancia equivalente a mi situación geográfica (las proximidades de la residencia de mis padres) elegí una al azar (que designaremos como "A") y para allá que me fui. Después de guardar el preceptivo turno, me dirigí al dependiente, un caballero de edad ligeramente superior a la mía y aparente buena disposición, en los siguientes términos (o en todo caso, muy parecidos a los que a continuación referiré:

- Amable boticario, ¿tendría usted la bondad de facilitarme, a cambio de una cantidad económica por usted fijada, un paquete de sus mejores profilácticos (talla grande por supuesto)? Pues no es otro mi deseo que proceder en fecha próxima a lo que vendría a ser el coitum con mi muy respetable costilla, dado que encuentro que un sano esparcimiento y refocile revitaliza el cuerpo y el espíritu, a fe mía.

Lo he adornado un poco quizás, pero os haceis una idea.

Bueno. Pues el boticario encogiéndose de hombros, como pidiendo disculpas -pero con gesto adusto- repuso:

 - Lo siento, pero aquí no vendemos de eso.

Cabe decir que yo era por aquel entonces un señor con toda la barba y que nos encontrábamos en pleno siglo dieci... veint... veintiuno! Una respuesta así, de habérmela encontrado veinticinco años atrás, hubiera derivado con bastante probabilidad en a) un inconexo balbuceo por mi parte, acompañado de b) una transición facial de mi habitual blanca palidez hacia un rojo tomate, e incluso c) una momentánea pero fatal pérdida de control de mis esfínteres.

Pero por suerte, yo era ya un hombre hecho y derecho, así que sin descomponer el gesto, repregunté:

- ¿Y eso?

- Es que al dueño no le gustan. Es un hombre de principios.

Ajá. Pensé, mira, un hombre de principios. No le agradan los profilácticos, preservativos, gomas o condones (o la gente que los usa) y por tanto, no los vende. Qué temple -pensé yo- hace falta para obviar el hecho de que la farmacia "B" sita a escasos ochenta metros venda sin problemas tales artículos, y afrontar la sin duda deficitaria en términos económicos decisión de negarle al mercado, siempre tan sabio, lo que éste desea. Que León de la moral. Que Titán de la decencia. (Y si condones no, como para venir a buscar pastillicas del dia después, anoté mentalmente).

De manera que decepcionado por mi fracaso en la tarea de aprovisionamiento, pero admirado por la existencia de un farmacéutico dispuesto a perder dinero por mantener bien firmes sus -justo es reconocerlo, un tanto anticuados- principios salí de dicha farmacia, recorrí los ochenta antedichos metros, compré los condones en la farmacia de al lado ("B"), a la que me he dirigido cada vez que he tenido la necesidad, y jamás en mi vida volví a poner los pies en la farmacia designada como "A".

Porque principios tenemos todos, señora.

(Y por cierto, sí, hubo gran refocile). 

Os preguntareis por qué os cuento esto.

Bueno. Pues os lo cuento porque sin duda, vosostros como yo os habreis preguntado qué sería de aquel Guardián de la Moral. Aquel respetable hombre de negocios dispuesto a afrontar un grado marginalmente inferior de  rentabilidad en su inversión, a cambio de salvarnos a todos un poquito del fuego infernal que sin duda merecemos cuando evadimos la sagrada función del refocile, esto es, la reproducción de la especie.

Bueno, pues que sé que estais intranquilos, pero no lo esteis.

Nuestro Fénix de las Buenas Costumbres ha encontrado una fuente alternativa de ingresos que no entra en conflicto con absolutamente ningún precepto moral y/o ético. Porque, a ver...


Digestiones pesadas, síntomas de resfriado, ojos rojos, ansiedad y nerviosismo, piel irritada y picaduras, dolores musculares, mala circulación, higiene bucal... qué util és el agua con (poca) azúcar, ¿eh?


¿...qué daño va a hacerte un poco de azúcar...?


martes, 26 de enero de 2016

Jakuna Matata

Son sus costumbres y hay que respetarlas. Y si su cultura es llevar turbante, pues me parece estupendo que lo lleven a todas partes. A donde sea.

Turbante por la calle, turbante en los restaurantes, turbante en el fútbol, en los toros... claro que sí. Yo soy un gran partidario del turbante. "Más turbantes", les digo a mis amigos a la menor ocasión. 




Pero lo de Jakuna Singh me parece excesivo.

lunes, 25 de enero de 2016

The Extraordinary Monday's Morning Motivator Extravaganza (y 218)

Huy esta semanita, cómo viene. Cómo viene.

Esto sólo hay una manera de salvarlo.



¿Alguien, para un mofongo rápido?

jueves, 21 de enero de 2016

Space Matrimoniadas

Pssssst... Smash Gordon... has considerado prestarle un poquito más de atención a Dale, que la veo un poco como... no se... ¿inquieta quizás? ¿Algo agitada?


¿Más salida que el pico de una plancha? ¿Turbada?


"Mmmm... quizás sea el momento de que Dale y yo
tengamos una charla sobre nuestra relación..."

Uh... charlar... claro, sí... seguro que eso funcionará.

miércoles, 20 de enero de 2016

martes, 19 de enero de 2016

Unforgettable

Seamos francos.

La cantidad de "primeras veces" que permanecen indelebles en nuestro recuerdo pase el tiempo que pase son menos, bastantes menos, de las que creemos.

El primer amor (platónico, claro). El primer beso. La primera caricia con intención.

Todo ello se disfruta en el momento, se atesora y, con el tiempo... se desdibuja. Se pierde el detalle. Se difumina y no permanece en nuestras mentes más que como una agradable pero inaprensible sensación asociada a un momento concreto de nuestras vidas.

Pero ah amigos.

El primer mofongo.




Cómo olvidar el primer mofongo.


[Superlayo de nuevo, amigos!]


lunes, 18 de enero de 2016

The Extraordinary Monday's Morning Motivator Extravaganza (y 217)

Ah, ah, ah, ah!



Esteiyin alaif, esteiyin alaif... esteiyin alaaaaaa aaaaaa aaaaaa aaaaaa...!

Durm dum dum dum dumdururum durum dum dum dum dum dum dúmm...

jueves, 14 de enero de 2016

Oculto a plena vista

En este retrato coral de la Liga de la Justicia se esconde una sutil metáfora erótico-festiva.



¿Sabrás encontrarla, astuto lector?

miércoles, 13 de enero de 2016

Parece que refresca

Hay gentre que en cuanto refresca un poco, enseguida se preocupa. Que si los resfriados, que si qué palo los abrigos... yo prefiero verlo como una oportunidad.












Más hielo para los cubatas, por ejemplo.

martes, 12 de enero de 2016

El juego de las bolitas

Hola Bobby! ¿Así que vas a hacer un crossover con Groot en el juego ese de Marvel de las bolitas? Pues muy bien, chaval, está fantástico eso de mantenerse al día. 





Pero creo que el término correcto es "injerto".

[Un Marcos Muñoz original, sin adulterar!]

lunes, 11 de enero de 2016

The Extraordinary Monday's Morning Motivator Extravaganza (y 216)

Buff, amigos. 

Que yo ya sé que no hay que perder la esperanza, que existen personas buenas y aunque nos pasen inadvertidas,en ocasiones también ocurren cosas agradables, que hay que tener fe...

Pero, co*o, ¿turrón de gin-tonic? ¿EN SERIO? Extinguidos estaríamos mejor. 



Buen año a todos, majos.